Andaba ya con ganas de hacer este receta que siempre solemos pedir en italianos cuando vamos, así que Ana compro en le mercadillo tres berenjenones magníficos y decidimos que ese era el momento.
Mire por internet y la verdad es que hay 100 maneras distintas de hacerlo, se ha convertido como la paella, que cada uno la hace de una manera.. Como siempre mi inspiración estuvo en David de Jorge (ver video) así como otro blog que sigo que es “directo ala paladar” (ver receta).
Ingredientes:
3 berenjenones (ver foto). Si son mas pequeños cuatro.
6 cebollas pequeñas o cebolletas (ver foto).
1 bolsa de mozarella rallada (no nos gusta mucho el de bufala así que tome esta opción)
Un trozo de parmesano.
Albahaca un buen puñado.
1 bote de tomate mediano (400 gr) de tomate natural triturado.
Si gusta 1/2 bote de concentrado de tomate, yo lo use, si se decide comprar directamente tomate frito, no usar.
Preparación:
Picamos las cebollas, cortadas a la mitad y en laminas.
En una sartén con un poco de aceite las dejamos pochar a fuego suave. Llevará no menos de media hora que estén hechas.
Mientras ponemos asimismo el tomate en una sartén para que se vaya friendo con un poco de bicarbonato. Así mismo llevara como una media hora. Al final añadir el concentrado y dejar hervor junto unos minutos para que se mezcle todo.
Cortamos la berenjenas en rodajas y las doramos en una plancha. También se podría hacer en el horno o en una sartén con una gota de aceite.
Picamos un buen puñado de hojas de albahaca.
Con todo ello cogemos una fuente de horno y ponemos un poco de tomate frito en la base, berenjenas, cebolla, albahaca y el queso mozarella.
Repetimos el proceso,berenjena, cebolla, albahaca, mozarella.
Normalmente nos quedara para poner una ultima capa de berenjena.
Rallamos el parmesano y lo ponemos por encima.
Metemos la horno precalentado, y a 180ª lo tenemos como del orden de 20 minutos. Poco antes de acabar activábamos el gratinador para que quede dorada la capa superior.
Servir recién sacado del horno.
Notas:
Gustaron un montón, Lucia comió como la veo comer pocas cosas. Lo mismo Maria, ya que me equivoque en el segundo plato … lo siento.
En algunas recetas que he leído también añaden un poco de orégano, seguro que esta muy bien pero a mi se me pasó.
Esta fue una de las primeras recetas que hice cuando me dio por cocinar un poco, es una receta (si me memoria no falla) de los monjes cistercienses catalanes del siglo XVII y se podría decir que es una receta típica y clásica catalana, lo que significa que muchas de las recetas de la gastronomía catalana tienen ingredientes y técnicas similares.
Así que con esos antecedentes y empecé a hurgar por internet y me encontré con una de mi admirado David de Jorge (receta en video) y de uno de los blogs que sigo, “el cocinero fiel” (ver receta). Como siempre con las dos me hice una especie de pastiche, si bien debo de decir que no hay muchas variaciones importantes.
Decir antes de empezar con el detalle que ha sido todos un éxito.
Ingredientes (para seis personas):
1 Kg de filetes de ternera, como de un cm de grosor. Para mi, parea este tipo de guiso me gusta mucho la tapilla.
Dos cebollas.
Dos (tres si son pequeños) dientes de ajo.
dos zanahorias.
Dos tomates maduros.
Ramillete de romero (u otra hierba aromática).
Dos hojas de laurel.
300/400 gr de setas: senderuelas es la tradicional y alguna de temporada que se use para salsas.
Un chorretón de vino tinto.
Como medio litro de caldo de carne.
Dos puñados de almendras tostadas.
Dos galletas marías o una tostada de pan.
Aceite de oliva, sal, harina
Preparación:
Limpiamos los filetes de todo tipo de nervios y grasa. No deben de ser muy grandes, al estilo de los escalopines, es decir como la palma de una mano, por dar un tamaño aproximado.
Salpimentamos por ambos lados y enharinamos.
En una sartén ponemos aceite de oliva y empezamos a dorar a fuego fuerte, ya sabemos que queremos que se doren, no que se pasen. Reservamos.
Mientras vamos friendo los filetes en tandas, vamos picando la verdura fina: cebollas, zanahorias, ajos. Reservamos por separado cada cosa.
Rallamos los tomates y reservamos.
Una vez acabado de freír retiramos el aceite de la sartén si ha sobrado mucho y echamos el vino tinto en la misma para desglasar. Dejamos que hierva un rato y reservamos.
Mientras en una cacerola amplia ponemos un poco de aceite (si sobró de la fritura ese) y añadimos el ajo.
Cuando empieza a dorarse, añadimos la cebolla y el ramillete de hierbas. Pochamos a fuego suave.
Cuando la cebolla esta transparente añadimos la zanahoria y dejamos pochar unos 5 minutos.
Añadimos el tomate y dejamos que se haga hasta que este marrón.
Añadimos la carne, el vino, y caldo de carne hasta casi cubrir. Deberá estar unos 20 minutos hirviendo pero esto ya depende de la pieza, no hay mas remedio que ir probando.
Mientras se hace la carne, limpiamos las setas, las picamos y en una sartén con un chorrito de aceite las damos una vuelta. Las reservamos.
Cuando la carne esta casi hecha, añadimos las setas y dejamos que hierva todo a a fuego suave unos 5 minutos.
Mientras en un mortero, picamos las galletas/pan y las almendras.
Añadimos las almendras al guiso y dejamos que de el último hervor todo junto removiendo bien (pero suavemente) para que todo se integre.
Servir caliente y a disfrutar!!!
Notas:
Es un plato que no es complicado pero lleva tiempo. Ahora el resultado, merece la pena. Muy muy recomendable.
Web Hacia tiempo que no quedábamos con Mariya y a ella este sitio le gusta bastante y también otras personas me habían hablado bien de él, así que era el momento de probar.
El sitio es pequeño, agradable, pero un poco frio en días como los vividos este mes de marzo, sobre todo si sucede que cuando llegamos éramos los primeros y al lado de la puerta lo que provocaba algunas corrientes.
Aparte de estos detalles que iré comentando, con el paso del tiempo el local se fue llenado y la verdad es que entiendo el porque, si bien los precios no son lo económicos que estamos acostumbrado para un italiano, puedo decir que es uno de los mejores italianos en los que he estado y desde luego junto con “la dolce vita” de lo mejorcito de Alicante. Entradas
De entrada y bajo el concepto de pan y servicio (1€ por persona) te traen una bandeja de pan (el bollo está muy jugoso y rico) y un mini bol con una salsa de atún, curioso y bueno pero ese mini bol para tres personas es un poco escaso.
Ensalada caprese (8,50€). Esto no da mucho de si, un tomate correcto, un queso bueno, un poco de aceite bueno, un poco de balsámico. Todo eso lo tenia, así que estaba bueno.
Inv. melanzane (2,50€ unidad). No se el nombre exacto pero eran unos rollitos de berenjena rellenos por dentro con un embutido ahumado, estaba muy rico pero es un poco cansado el sabor ahumado (los tres coincidimos) por lo que un rollito por persona debe ser mas que suficiente.
Carpaccio de buey(9,50€). Creo que es mejor que he tomado hasta donde mis recuerdos alcanzan, bien de temperatura, de grosor, de sabor, con unas laminas de queso encima (no migas) y un hilo de salsa que podía ser de aceite y queso. Excelente.
Principal
Triangoli (12,50€). Es una pasta triangular, rellena posiblemente de setas o similar. A Mariya la gustó, yo no lo probé, no podía!.
Pizza peccati (12,50€). La pizza estaba muy buena, masa, sabor, relleno, color. De hecho no tiene nada que envidiar a algunas que he tomado en Italia últimamente.
Magret de pato (13,50€). Diferente, cortado en trozos gruesos y servido con una especie de salsa de nata y frutas del bosque que acompañaba muy bien. Yo lo probé y me gustó, Ana estaba encantada con su elección.
Postres
No pudimos.
Bebidas
Agua (3x1,80€).
Valpoliccela (15,00€). Es un vino correcto, no es que me dijera gran cosa pero estaba bien, de hecho nos tomamos dos botellas. Llegado a este punto quiero aclarar que no es que no me gusten los vinos franceses, italianos o australianos, el problema es que un vino que en España vale 15 euros en un restaurante, significa que en la bodega no vale más de 3 ó 4€, por tanto suelen ser vinos que tienen una buena relación calidad precio pero no son nada especial.
Lo mejor:
Una calidad media muy elevada.
Lo peor:
La sala necesita una revisión: las sillas son muy incomodas, cuando llegamos hacia fresco y la luz es escasa.
La bodega debe ser revisada: carta escasa y el vino lo sacan de un cuartito que debe ser como una especie de bodega, la temperatura del vino debía estar entre 18-20 grados, un poco alta pues en cuanto llega a sala sube un par de grados inmediatamente. Esto en verano, en Alicante, será inaceptable.
La nota fue de 23€ por persona sin incluir las bebidas y en este caso ni postres. Calidad: 7; Relación calidad/precio: 6,7.
Una cena estupenda, yo no estaba muy animado, el cansancio del curso de fotografía, el dolor de oídos.… mal, muy mal. Acabamos donde Fredy con un gin tonic preparado estupendamente con lima natural por la encantadora Oxana.
Hacia bastante tiempo que no visitábamos este local y debo decir que no decepcionó. El evento tenia lugar con motivo de un “brainstorming” con los colegas de la oficina, y como había visto en su web que tenían un menú de alubias y chuletón, lo propuse, aceptaron y para allá que fuimos.
El restaurante es muy cálido en su decoración, con maderas y bastante bien iluminado, sillas cómodas y mesas razonablemente amplias. Nosotros estuvimos en una redonda montada para los seis que estuvo estupenda.
Entradas
Alubias de Tolosa con berza y morcilla. Iban acompañadas como Dios manda por sus piparras. Estaban muy buenas, hay quien dijo que la col no le pegaba, a mi si me gusta así y es la forma tradicional.
Principal
Chuletón de ternera, al punto, con sus patatillas (excelentes) y sus pimientos de piquillo. La carne de muy buena calidad, muy tierna aunque al ser ternera un poco más de sabor no hubiera estado mal, yo prefiero las carnes un poco más añejas pero es mi gusto personal.
Postres
Debo empezar diciendo que todos los postres estaban muy ricos y sabéis que no soy de postres pero eran sabrosos y no empalagosos, si vais os recomiendo que lleguéis a los postres.
Cuajada con sus nueces y su miel. Muy rica, no la como muchas veces y estaba muy buena.
Goxo. Es un postre tradicional vasco, para mi fue lo mas flojo, pero es mi gusto personal.
Leche frita. Excelente, acompañada de un helado de turrón (buenísimo igualmente), no lo pedí yo pero fue el rey de los postres.
Bebidas
Tomamos un Dinastía Vivanco que acompaño bien la comida.
Lo mejor:
La calidad del producto, desde las alubias hasta las servilletas, todo muy bien.
Una bodega variada y a precios bastante razonables, por ejemplo el vino que tomamos 13€, un muga crianza, 19€, es decir precios razonables para lo que se estila.
Una pagina web muy útil, con la carta (faltan postres), los precios y todo lo que se pueda querer saber antes de ir.
IVA incluido en todos los precios.
Lo peor:
El menú se queda un poco “corto” y desde luego no queda nada bien en un restaurante vasco donde se tiene fama de comer a lo grande. No se queda uno con hambre, pero algo le falta, quizás una entrada antes de las alubias o quizás poner una legumbrera en el centro de la mesa para que la gente se pueda servir en una segunda ocasión si lo desea…
La nota fue de 32€ por persona sin incluir las bebidas. Es el precio cerrado del menú. Nos invitaron a los cafés, un detalle no muy típico en esta zona, bravo.
Fue un día muy tranquilo, después de la última vez en que acabamos tan mal, nos tomamos dos gintonic (6,50€) en el restaurante y acabamos solo 4 en el lobo marino tomando la espuela. A las 7 en casa y sereno ;-)
José María se puso en contacto conmigo a través de internet para hablarme de una promoción de su restaurante. Sentí curiosidad y como está a 10 minutos de la oficina pronto encontré voluntarios para acompañarme. Fui con Swetlana, Ewelina y su marido y la verdad es que todo fue estupendo.
El local es un sitio pequeño, más que un restaurante diría un bar reconvertido a restaurante, pero aun así es un sitio agradable, con tonos azules, buena luz natural y una barra bastante amplia por si alguien se quiere tomar una cerveza y una tapa.
José María nos trató a cuerpo de rey, pedimos los arroces que nos sugirió, tres entradas para picar y nos obsequió con un bocado riquísimo. Al final saludamos a la cocinera a la que dijimos que estaba todo estupendo, como así fue, en resumen una pareja que luchan por sobrevivir en este país en crisis, con una propuesta con aires de innovación, con un montón de detalles en la mesa y con precios razonables.
Entradas
Aceite de oliva, con sales (parecía Maldon) de limón y canela. Deduzco que esto va en el concepto “pan”. El aceite muy rico y las sales sorprendentes, sobre todo para mi la de limón: un poco de pan con aceite del bueno y unas escamas de limón: un puntazo!.
Revuelto de setas y foie (7,90€). Me gustó bastante pero para mi gustó le faltaba algo, como si los dos sabores principales fueran por su lado, no se hubieran integrado bien, pero aun así casi con seguridad que si vuelvo las vuelvo a pedir :-).
Alcachofas rellenas de jamón(5,90€). Una presentación muy diferente como se aprecia en la foto. La alcachofa va entera, con su jamón y luego rebozada. Para mi gustó un pelín sosas pero iba acompañada de un buen alioli, que al principio no entendí, pero luego cuando lo probé combinan genial y le da un toque diferente.
Bocadito de chistorra en pasta filo (invitación). Muy bueno, justo un bocado lleno de sabor y si gusta la chistorra tanto como me gusta a mi, genial.
Croqueta de queso azul, con membrillo y nueces (4,40€). Justo dos bocados pero igualmente muy diferente, buena combinación de sabores, lo “picante” del queso con el dulce del membrillo. Yo no noté el sabor de las nueces.
Principal
Su especialidad son los arroces y José María recomendó los dos que tomamos, a mi me gustaron los dos mucho. Lo sirven sin alioli, ni limón ni nada. José María nos explico que si no el sabor original “desaparece”. Yo soy más bien de la misma opinión, no en el 100% de los casos, pero esta vez tuve que darle la razón y no eche de menos ninguno de los dos acompañamientos. Pido disculpas por haber olvidado hacer las fotos a los arroces pero con la animada conversación se me fue el “santo al cielo”.
Arroz de secreto ibérico y setas(12,50€). La carne es por si misma un poco grasienta y a la chicas eso no les gustaba y es imposible de quitar pues es entreverada. No obstante el sabor era muy bueno y realmente el arroz no estaba nada grasiento y si muy sabroso.
Arroz con pulpo (12,00€). Parece ser que se esta poniendo de moda y aunque no se ve mucho no es el primer lugar donde lo tomo. Estaba muy muy bueno, me encanta este arroz por su simplicidad y por su sabor intenso y creo que ellos tienen el truco de dejar que el pulpo “se exprese” y no echar demasiados condimentos o tropiezos al mismo (el ultimo que tome en otro restaurante sabia casi más a pimiento que a pulpo).
Postres
Tomamos un volcán (coulant) de chocolate (4,40€) para los 4, no podíamos más, pero estaba delicioso. Fijarse en el trocito de chocolate de adorno con el nombre del restaurante.
Así mismo me pedí un café con hielo y los hielos eran de café, otro detallazo que no se ve en todas partes….
Bebidas
Juan Gil y un Casa la ermita, petit verdot (17,10 y 17,60 respectivamente). Muy buenos los dos y acompañaron muy bien los arroces. Tanto Swetalana como yo concluimos que nos gustaba un poco más el primero.
Lo mejor:
Relación calidad/precio.
Las ganas de hacerlo bien, que se manifiestan en un montón de pequeños detalles.
IVA incluido.
La amabilidad de José María y de la cocinera.
Una pagina web bastante buena pero que la falta algo de actualización y por que no, los precios.
Lo peor:
Solo puedo decir que no tenia una segunda botella de Juan Gil y que por eso debimos cambiar.
La nota fue de 19€ por persona sin incluir las bebidas(vinos, cervezas, aguas, cafés, etc).
Andaba ya con ganas de hacer este receta que siempre solemos pedir en italianos cuando vamos, así que Ana compro en le mercadillo tres berenjenones magníficos y decidimos que ese era el momento.
3 berenjenones (ver foto). Si son mas pequeños cuatro. 
Picamos las cebollas, cortadas a la mitad y en laminas. 
Con todo ello cogemos una fuente de horno y ponemos un poco de tomate frito en la base, berenjenas, cebolla, albahaca y el queso mozarella. 
