jueves, 21 de agosto de 2008

El Zaguan 8,5

Plaza de Turégano
Segovia
Tel 921 50 11 65

A finales del mes de julio y habiéndonos quedados solos Ana y yo decidimos pasar una noche en
Segovia, uno de nuestros lugares favoritos pero decidimos alejarnos un poco de los tradicionales cordero y cochinillo para probar algo distinto.

La guia Michelin nos llevo hasta este restaurante que ostentaba una cabeza roja de buena relación calidad precio y la verdad es que no nos decepciono.

Comimos estilo chino, con varios platos para compartir pues como nos va pasando últimamente casi nos atraen mas las entradas que los principales.

- Ensalada de pintada en escabeche. Suave y delicada y al mismo tiempo con la fuerza propia de la vinagreta, me gusto muchísimo, 10€.
- Morretes con setas. Fue un error nuestro, esperábamos morros de cerdo como a la plancha con setas y nos encontramos con morros de vaca cocinados como si fueran callos y la verdad es que resultaba una combinación demasiado fuerte para el gusto de ambos, desde luego no lo volvería a pedir; 9€.
- Huevos escalfados con boletus. La combinación de boletus y huevos es simplemente magnifica y el hecho de elegir el uso del escalfado en lugar de la plancha o la siempre socorrida sartén me parece un acierto magnifico, mantiene la untuosidad del huevo pero sin aportar otros sabores, magnifico; 12€.
- Rabo de buey relleno de setas y foie. Solo el nombre ya lo dice todo, Un plato de un trabajo importante en la cocina pues el rabo se deshuesa y en su interior se rellena con lo arriba indicado. Es un plato de sabor fuerte, donde se mezclan las texturas de la carne de buey y las setas (el foie apenas se aprecia en el primer plano) , dos trozos que pueden parecer poco pero hay que tener apetito para poder dar cuenta de ellos; 18€.

Cafés para terminar, una botella de tinto de la casa (bueno por 8€ que cobran), una de agua completaron una factura de 68 euros, que no es barato pero hablamos de cocina de verdad.

Bajo el ardiente sol de Castilla emprendimos rumbo a Segovia a proceder con la siesta en el hotel Casa Mudejar, un sitio, agradable, no caro y muy recomendable.

Calidad 8; Relación calidad/precio 8,5

Sale & Pepe 6,5

Muñoz 3-5
Alicante
965 20 40 28

Este pequeño restaurante situado junto a la catedral de S. Nicolás es un hermano pequeño del conocido La Espiga en Alicante. Pretende ser un sitio mas informal, con una carta más reducida basada en pasta y pizzas y precios muy asequibles para que grupos puedan cenar ahí en su andar por el barrio entre copa y copa.

Es un sitio moderno, no muy grande pero con una terraza exterior. El 4 de agosto con motivo del cumpleaños de Silvia nos fuimos a cenar allí la familia, más Silvia, más la pequeña Carmencita que nos acompaña en los veranos mas Mariya y Nicolai, total 8 personas.

No voy a hacer un repaso de todo los que pedimos ( entre otras cosas por que no probe todo) y por que tampoco merece mucho la pena. Decir que las entradas son generosas, buenas y bien presentadas, el antipasto no aporta nada pero me gustó mucho una especie de mousaka con berenjenas y queso así como el provolone servido con vinagre de jerez y tomates secos y ensalada caprese que no dice nada.

Los segundos fueron a base de pizza y pasta. Bien por las pizzas incluidas las calzone con una masa muy delgada y correcta. La pasta no pareció tan bien principalmente unos "medagglione tartufo" demasiado pesados.

No hubo postres pues no pudimos, las raciones son abundantes.

Al final cinco entradas, ocho platos, dos botellas de vino, seis de agua con IVA y demás historias a 16 euros por cabeza, un precio al cual hoy es casi imposible comer en ningún sitio.!!!

Acabamos la velada con unos gin tonics en una terraza, con una agradable conversación y los morros de Isabel (la pequeña) que nos tiene acostumbrados, una noche en familia :-)

Calidad: 6; Relación calidad/precio 6,5

Casa de Asturias 6,5

Avenida de Cartagena 75
Elche

Lo primero que hay que avisar es la dificultad para llegar al lugar. Saliendo de Alicante en dirección a Elche, una vez pasada la Ciudad de la Luz la carretera N-332 se divide haciendo una Y. Debemos coger la carretera de la izquierda para ir en dirección al aeropuerto y nada mas desviarnos unas casas bajas que hay a la derecha, ahí es. La verdad es que por fuera, el sitio puede parecer cualquier cosa menos un lugar donde comer decentemente.

Nosotros (mis compañeros de trabajo) vamos con cierta frecuencia por la proximidad, por que la comida es decente y los precios razonables, ni siquiera me atrevería a calificar de moderados.

Así que ahí fui con mi compañera Anna en esa costumbre que hemos adquirido en los pocos meses que nos conocemos de ir a comer juntos de vez en cuando...

De entrada pedimos unas verduras a la plancha: calabacin, berenjena, champiñón, alcachofa y setas. Estaba bastante bueno, lo que mas me gustó fueron los corazones de alcachofa frasca cortado sen laminas de como unos 3 milímetros.

De segundo pedimos dorada a la bilbaina y cocochas de merluza. Probé el primero, bien de sabor, quizás un poco de más de tostado pero la verdad es que estaba jugoso en el interior.
Mis cocochas eran grandes y bien preparadas de punto. La salsa verde también correcta pero demasiada cantidad, las cocochas parecen nadar en ella y sin ningún tipo de guarnición... yo creo que unas patatitas hervidas quedarían bien. En resumen buenas pero por debajo de las del Andra Mari, que son las mejores que he comido nunca.

No tomamos postre por que luego había que ir a trabajar, media botella de vino (gracias a Dios cada vez con más frecuencia servida a la temperatura correcta), una de agua y cafés. Como siempre se confirmo mi creencia de que lo mejor de una comida es la compañía, así que muchas gracias Anna por la misma y espero que lo podamos repetir pronto.

El coste aproximado es de 25€ por persona pero en esta ocasión no sé pues era el turno de mi compañera de mesa. Pescados rondan todos los 14 euros y carnes los 16€.

Resumen. Calidad 6.5; Relación calidad/precio 6.5

NOTA. En el sitio tienen fama las chuletas de cabrito al igual que prepara unos arroces muy correctos. No los conozco, no opino.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Chipirones en su tinta

Aprovechando un día de vacaciones he decido cocinar un poco, una receta muy clásica que tenia ganas y mas alentando por unos chipirones encebollados que hice hace poco. El resultado ha sido alentador. Decir antes de empezar que quería hacer una receta sabrosa y sencilla por eso no son chipirones rellenos si no que se sirven troceados. El tiempo total de la receta andará sobre la hora y media u hora y cuarenta y cinco minutos, lo cual no es demasiado para el resultado que se obtiene.

Ingredientes (para unas seis personas).
  • 1 Kg de chipirones pequeños, un rollo limpiarlos, pero mas blandos y mas sabrosos. Nosotros cogemos los más pequeños que tiene en Mercadona.
  • Dos cebollas gordas
  • Una cucharadita de café de azúcar (mejor moreno).
  • Un pimiento verde
  • Dos tomates pequeños
  • Dos ramitas de perejil
  • Un vaso de vino blanco (en la cocina hay que ser generoso con la calidad y cantidad de vino)
  • Tinta de calamar congelada (dos bolsitas)
  • Un poco de caldo de pescado (agua si no es posible) auqnue un tetrabrik hace el apaño tan ricamente.

Preparación.

Cortamos la cebolla en juliana y en una sartén con un poco de aceite la ponemos a pochar a fuego muy suave junto con los dientes de ajo y la cucharadita de azúcar. Estarán pochando una media hora, si el fuego es muy suave quizás más. Mientras se pocha cortamos en juliana el pimiento después de haberle quitado las semillas y también rallamos el tomate (no queremos la piel).

Tras la media hora de pochado añadimos los pimientos verdes y el perejil picado que estarán unos quince minutos más. Mientras se pocha cogemos una nueva sartén y se pone un poco de aceite donde echamos los chipirones limpios (sin quitar la piel) y cortados en trozos, unos tres trozos de cada chipirón pero dependiendo del tamaño. Cuando les hayamos dado una vuelta y hayan cambiado de color pues añadimos el vaso de vino blanco, en este caso uno de vinoselección de chardonnay y sauvignon blanc y dejamos que hierva el conjunto durante unos diez minutos.

Más o menos los pimientos habrán estado unos 15 minutos así que es el momento de añadir el tomate rallado y lo volvemos a dejar todo freir otros diez minutos.

Cuando los chipirones ya están casi los retiramos y los apartamos, ponemos el liquido que ha sobrado junto con el resto del sofrito y dejamos que siga hirviendo a fuego lento.

En le microondas caliento un vaso de caldo de pescado y en el deslío dos bolsas de tinta de calamar y posteriormente añado al sofrito y dejo todo hervir durante 10 minutos a fuego un poco más vivo. Una vez pasado el tiempo con la batidora (o el chino) se pasa la salsa, que debe quedar si rastro de nada de la densidad de una crema. Se pone la salsa en una cazuela, se prueba y se rectifica de algo si hace falta, si queda muy liquida se espesa con un poco de harina y si queda muy espesa añadir mejor un poco de caldo de pescado... en nuestro caso no hizo falta nada.

Se añaden los trozos de chipirón y que todo de junto un hervor a fuego suave. Al loro que no se pegue la salsa a la cazuela!!!!.

Lo hemos acompañado de arroz blanco que no me gusta pero ... en otros sitios se indica adornar con rebanadas de pan tostado... no sé, francamente llenarse de chipirones hacen falta 3 kilos pero es un sabor tan delicado e increíble que el arroz o el pan no hacen sino pervertirlo un poco.

A mis amigos del "chalet de Rudis" prometo que un día os lo haré... si os atrevéis con ello.

Resumen, el tiempo compensa el resultado obtenido.