Hace una semana volvimos allí, quería tomar un vino con mi hermana que vino a visitarnos y mostrarle las cosas que se hacen en Alicante. Todo iba bien, buen vino, una buena tapa, dos camareros (el del la barra moreno y el alto y delgado que sirve las mesas) profesionales, amables, atentos a lo que el cliente pueda necesitar, intentando ayudar y aconsejar… hasta que mi hermana empujó sin querer a mi mujer y esta derramó la copa de vino sobre su camisa blanca, un poco sobre el suelo y otro poco sobre “el tercer elemento” que trabaja allí y que parece el encargado, un tipo moreno que siempre anda por fuera con pinganillo incluido.
Obviamente no tenía que disculparse, no fue su culpa, fue la nuestra, un desgraciado accidente pero le faltó alguna simple pregunta/palabra, como “no ha sido nada/no importa”, le sobró una mirada, esa mirada chulesca de perdona vidas de las que por desgracia he visto montones (me crié en Carabanchel) y le volvió a faltar unas simples “gracias” cuando yo le pedí disculpas.
Hay muchos sitios en Alicante donde elegir aunque no sean todos de tanto nivel como este, pero desde luego, yo mientras este ese tipo no vuelvo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este blog no admite comentarios "anonimos". Aparte de eso eres libre de expresar lo que desees sin ningun tipo de validacion o control.
Espero que entiendas esta limitacion.