Me resulta curioso que cuando vivíamos en el centro de Alicante no queríamos saber nada de las hogueras, de hecho casi juré que no volvería, pero no hay nada como saber rectificar.
No se que ha influido en esa rectificación, si la barraca que tuvimos estos años atrás, que mis hijas van creciendo, que veo las cosas distintas … probablemente como siempre en la vida sea una pequeña mezcla de las enumeradas y de otras.
El caso es que nos encanta ir, salimos, damos un paseo, cenamos en un sitio bien, damos otro paseo, tomamos una copa con los amigos y volvemos con las peques a casa a una hora que ya casi deja de ser prudencial.
Ayer vi unas hogueras pequeñas, más pequeñas de lo que es habitual, supongo que como un efecto colateral más, de una crisis que parece que no va a acabar, he visto mucha bebida en la calle donde creo que las tiendas de 24 horas hacen el negocio del año, he visto muchas hogueras que estaban escritas en castellano, pero sobre todo lo que he visto ha sido gente, mucha gente, gente joven que hace fuegos en la playa, gente adulta que pasea con sus hijos en carritos, mayores que recorren las hogueras, gente que come en las barracas entre los olores de fritanga, gente haciendo cola en los baños portátiles, inmensos caudales de gentes cruzando el semáforo del puerto, gente que se mezcla sin importar nacionalidades, razas o creencias, gente que pasea sus ilusiones, gente que intenta aparcar la tristeza y la desesperanza, gente que comparte, gente que ríe, gente que baila, gente que simplemente intenta pasarlo bien rodeado de amigos… yo me lo pase genial.
Pero no soy escritor así que recurro a uno de mis cantantes favoritos, Serrat y su canción “Fiesta”:
en la noche de San Juan,
cómo comparten su pan,
su mujer y su galán,
gentes de cien mil raleas.
…
Hoy el noble y el villano,
el prohombre y el gusano
bailan y se dan la mano
sin importarles la facha.
…
Y con la resaca a cuestas
vuelve el pobre a su pobreza,
vuelve el rico a su riqueza
y el señor cura a sus misas.
…
Se acabó,
que el sol nos dice que llegó el final.
Por una noche se olvidó
que cada uno es cada cual.
2 parrafos, sencillos de leer, pero muy explicitos, abarcando y transmitiendo las sensaciones de estas fiestas, las fogueras.
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