Brasserie "La Fin de Siècle" - Bruselas - Bélgica

9, rue de Chartreaux

Me habían dicho que era una "brasserie" nada pija situada a unos minutos de la Grand Place pero que las cosas estaban buenas. Descripción correcta!!!!.

Llegamos allí sobre las 8h30, las niñas con poco hambre pues habían comido no recuerdo qué por la calle. Cuando llegamos allí el local estaba abarrotado y la gente en la puerta esperando a que se quedara alguna mesa libre. Hablamos con el que se ocupaba de las mesas, le decimos que somos cuatro y en unos cinco minutos ya teníamos "mesa", bueno al estilo de la zona, es cierto que las mesas están separadas unas de otras pero como esa separación no es mayor de dos centímetros para mi es como un banco corrido. En este caso lo compartimos con dos "chinos" (cualquier lugar al este de la India) a nuestra izquierda y a la derecha una parejita belga que se miraba a los ojos y se cogía de la mano. Como dirían los Quijano: "que grande es esto del amor".

Tras unos minutos sentados llega una señorita y nos da la carta de ... bebidas, oiga que nosotros queríamos comer!!!!. El menú esta en una pizarra gigante apoyada en la pared donde están todos los platos que sirven, original no?.

Pedimos ensalada de pollo (Lucia), magret de pato (Ana) y un codillo para mi ya que Isabel no tenia hambre y decía que probaría un poco de los nuestro. Bueno yo solo quiero decir que el codillo era magnífico, le habían despojado ya de la piel y lo servían limpio (con los huesos) acompañado de un salsa de mostaza a la antigua magnifica, de los mejores que he tomado en mi vida.

Un postre y la cena acompañada de unas cervezas y agua, 60 euros, es decir lo normal teniendo en cuenta que eramos solo tres.

Conclusión: si no te importa "compartir" mesa, sin ningún lujo en un sitio típico y a precios razonables, este es un buen lugar, yo si vuelvo a Bruselas volveré a comerme otro codillo. Recomendable.