Se que este tema se aleja un poco del objetivo fundamental de este blog, pero fue algo que me llamó tanto la atención que no quiero dejar pasar la ocasión sin un comentario …
Llegamos a Memmingen el día 3 de julio, ese día se celebraba los cuartos de final entre Alemania-Argentina y España-Paraguay. Lo primero que nos llamo la atención nada mas salir del aeropuerto fue la multitud de coches que llevaban la banderita de Alemania en las ventanillas, en las antenas, un poco por todas partes … alquilamos el coche y fuimos a dar una vuelta por Ulm y allí ya empezamos a flipar, gentes con las camisetas, las gorras, guirnaldas, balcones con las banderas, edificios públicos con banderas de los equipos participantes y comercios (muchos) con referencias a la Copa del Mundo. Pensamos que por alguna razón que desconocíamos en aquel pueblo había una exagerada “devoción” por la competición pero cuando llegamos a Memmingen fue exactamente lo mismo.
La locura llegó tras la victoria de Alemania ante Argentina, una pequeña ciudad de 40.000 habitantes salió a la calle contagiada de una locura colectiva y espontanea como pocas veces he visto (y he visto unas cuantas), realmente una experiencia singular.
Según pasaban los días y a pesar de la derrota contra España, no se retiraron los motivos y se seguían viendo con las misma regularidad y vimos de todo, desde una bandera acoplada con maestría a un carrito de bebe (que pena de foto perdida) hasta la “modelo” de un sex-shop, que ondea entre sus manos una pequeña bandera germana.
Quedan las fotos para el recuerdo… de hecho las del final muestran a la “numerosa” afición española ante el partido de Paraguay y la celebración de la victoria en la final con una paella en Munich!!!!
Sí, es cucharete. ¿Lo sabes por investigación o por haberte pasado lo mismo?
ResponderEliminarNo tan decepcionante pero parecida así que decidí lo mismo que tu : una y no más...
ResponderEliminarTienes mi email a la izquierda del blog, en la bienvenida, si lo necesitas para cualquier cosa... a mi me gustaría tener el tuyo ...
Saludos,
Fernando