Vacaciones 2011

Este año las vacaciones no dan para escribir mucho, el trabajo, la crisis o mejor dicho, los tiempos de escasa liquidez que se avecinan en la familia, los planes de las nenas que ya no son nenas, que empiezan a hacer su vida y nos sigue pillando por sorpresa, nos han conducido a unas vacaciones en Alicante la mayor parte del tiempo y unos días en Layna, un pequeña aldea en la parte pobre de Soria donde no hay ni bares ni tiendas ni nada que hacer a no ser ver como pasa el tiempo entre comidas y reposos. Tanta tranquilidad me ha permitido algunos paseos por el campo disfrutando de mi objetivo macro, algunas de cuyas fotos podéis ver en este post.

A pesar de ello, una semana pasa rápido en cualquier caso y cada tarde la ocupábamos en bajar a Medinaceli, un pueblecito lleno de encanto, donde un parking de emergencia gigantesco facilitaba las primeras clases de conducir a mis hijas. Posteriormente íbamos al pueblo y allí nos tomábamos un botellín y charlábamos un rato, lo que para mi ha sido una experiencia excelente.

De allí solo puedo recomendar una visita al pueblo de Medinaceli, en la parte de arriba, recorrerlo, con sus plazas llenas de encanto, sus calles cuidadas y su arco que te retrae a los tiempos de los romanos en los que el valle del arbujuelo tenia una gran importancia no solo por ser un cruce de caminos muy importante si no también por la riqueza de las salinas, única forma de conservación de los alimentos en la antigüedad.

Si nos basamos en aspectos culinarios no puedo aportar mucho en esta ocasión pues no es fácil soltarse del “abrazo” de mi suegra y su retahíla de platos, que más parece que quiere cebarnos que alimentarnos pero… aun así nos escapamos un par de veces para almorzar al “Carlos Mari” donde presenta unos menús del día muy honestos y lo que tiene insuperables son las codornices escabechadas. Que nadie espere lujos, es un sitio de carretera con manteles de papel, pero se comerá bien y económico, incluso si se decide comer a la carta.