Hacia tiempo que no salíamos juntos, casi dos meses y la verdad es que teníamos ganas de vernos y decidimos ir al rancho puesto que ya habíamos hablado de este sitio en varias ocasiones y ellos tenían ganas de conocerlo.
Entradas
- Guacamole. Bastante rico pero con trampa, el recipiente esta relleno de lechuga con lo que la cantidad de guacamole es bastante limitada.
- Ensalada argentina. Aguacate, bonito, lechuga, insulsa, nada que merezca la pena.
- Chorizos criollos. Demasiado hechos, un poco quemados, no estaba mal pero los he comido bastante mejores en ese mismo restaurante.
Principal
- Chuletón de buey. Bueno era buey pero era una carne roja, quizás un poco delgada, como un entrecot grande. La carne muy rica un poco demás de pasada pero eso podemos decir que fue culpa nuestra por la lentitud en acabar los primeros.
- Buenos Aires. O lo que es lo mismo un solomillo. Bueno de sabor, tierno.
- Tango argentino. Un clásico del local, no lo probé pero gustó.
Las carnes vienen acompañadas de una patata asada, con una salsa de mantequilla. En general está muy rica.
Postres
Imposible tomar postre, estábamos muy llenos.
Bebidas
Tomamos un Santa Julia Cabernet Sauvignon, rico y Trapiche Shyraz. A mi me gustan los vinos argentinos, me gustó más el Trapiche a pesar de que la Shyraz no es mi favorita.
Lo mejor:
- Calidad de la carne.
- Servicio amable.
Lo peor:
- Carta bastante limitada.
- Todas las ensaladas son iguales.
- Acompañamiento en los platos muy pobre, la patata asada (que esta muy rica) y se acabó.
Precio razonable de 25 euros por persona sin bebidas.
Calidad: 7; Relación calidad/precio: 6,5.
Acabamos tomando unos gintonic en la terraza de Mariya y Nicolai, hasta las dos... que calor ha hecho estos días!!!.
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