Un poco de todo o algo no va bien

En el mismo día me surgieron dos anécdotas que la verdad más me provocan tristeza que otra cosa.

Tenia consulta con mi apreciada Estefanía y quede con Ana para ir a comer algo por el centro, algo sencillo y que no suba mucho que los tiempos no están para tirar cohetes. ¿Donde?, la solución llego por correo electrónico en la revista donde escriben algunos amigos: elsumiller.com. En esa revista leí sobre la barra de Can Ladis:

“ …nos vuelve a alegrar el espíritu, valga el eufemismo, con su calidad y creatividad, cocinando para nosotros en vivo y en directo, sin trampa ni cartón, en una pequeña pero bien pertrechada barra, en la calle del Teatro, al lado mismo del centro peatonal de Castaños o del propio Teatro Principal”.

Can Ladis es un restaurante que yo conocí al poco de llegar Mariya a Alicante y nos encantó, luego despareció y que ahora por suerte parece que vuelve.

El martes vamos allá y cuando llegamos el bar estaba cerrado, pero no cerrado por descanso, en el horario de la puerta figuraba que ese día abría o mejor dicho abriría, ya que estaban pintando, colocando el foco de fuera, etc, es decir acabando de arreglar el local.

La pregunta que viene a la cabeza es: como puede alguien en una revista tan cuidada hablar de un local y no solo hablar si no que ademas le da una nota de 7,5 que aún no abierto sus puertas?; que el lector saque sus propias conclusiones.

Alucinados propongo ir a ver un sitio del que he leído algunos comentarios positivos en un grupo de facebook: tinto y sal. Tiene una cristalera enorme desde la que se ve una sala no muy grande pero bien montada y una barra sencilla pero con un montón de vinos, lo que siempre nos gusta. Leemos en una hoja, menú del día 12€ y decidimos probarlo.

El menú no se sabe lo que incluye y el camarero amable lo canta, dos primeros, dos segundos… y de beber: dos copas de vino (escasamente servidas por cierto). Posteriormente pedimos una botella de agua (pequeña) más tarde otra copa de vino y un café. Resumen: el menú del día, raciones no muy grandes pero sabrosas, lugar acogedor y bonito, manteles, servilletas, cristalería, todo bien hasta que nos trae la cuenta. Dos menús 24 mas tres copas de vino 7,50 + café 1,20. Consideró que la bebida del menú era una botella de agua para los dos y que el suplemento era todo lo demás. No dije nada y lo deje, no voy a discutir por 2,50€ pero la verdad es que me parece un detalle “rácano” que no lo merece el local (con una importante inversión), ni la comida que en el sirven.

Dos detalles tristes de lo que hay en este mundillo de la restauración