En la brecha
José de Diego
¡Ah desgraciado si el dolor te abate,
si el cansancio tus miembros entumece!
Haz como el árbol seco: reverdece
y como el germen enterrado: late.
Resurge, alienta, grita, anda, combate,
vibra, ondula, retruena, resplandece...
Haz como el río con la lluvia: ¡Crece!
Y como el mar contra la roca: ¡Bate!
De la tormenta al iracundo empuje,
no has de balar, como el cordero triste,
sino rugir, como la fiera ruge.
¡Levántate!, ¡Revuélvete!, ¡Resiste!
Haz como el toro acorralado: ¡Muge!
O
Vaya poema....Me ha venido a la memoria un libro que leí de adolescente...por la pasión que contiene...
ResponderEliminarEs la novela "Cumbres Borrascosas" de E. Brontë.
Ciertamente cuando uno está abatido habría que intentar seguir lo indicado en el peoma...peo no siempre es fácil
besín
Kristin