Restaurante Plegat 7/10

Restaurante Plegat

El local es no es grande, muy bonito, mesas grandes, con buen estilo en el que se mezcla el moderno con muebles auxiliares de mucho estilo.

Fuimos Ana y yo solos, llegamos a las 9 menos cinco y nos ofreció tomar una cerveza en la barra mientras encendía las luces y la calefacción. La acepto yo pero Ana no quiso nada.
Pasamos al comedor, la mesa de la última vez y nos sentamos en un entorno agradable como he dicho pero “un poco fresco”. La carta, con un menú muy corto pero en el que se ofrecen dos de degustación, a 38 el más barato, más IVA.
Para beber elegimos un Viña de Mazarrón de Zamora que nos recomendó y que estaba rico a un precio muy razonable, joven pero con carácter que podía muy bien acompañar la cena.

Menú:
• Comenzamos con unos aperitivos que era emperador en salazón (aliñado con aceite de oliva y reducción de vinagre de Módena), un queso de hierbas, unas aceitunas rojas y un cuenquito con aceite. El aceite de Alcoy buenísimo, el emperador igualmente muy bueno las aceitunas normales y el queso con hierbas intrascendente. Todo ello acompañado de tres trocitos de pan de distinto tipo.
• La entrada consiste en trocito de foie a los cítricos, servido como decoración con cebollino y sal maldon. Básicamente es como coger un trozo de foie y envolverlo en una especie de gelatina de cítricos (yo apostaría por pomelo y naranja). Me gustó es un sabor diferente, pero la verdad tratándose de foie soy muy purista.
• Seguimos con un trocito de rodaballo con una especie de fideos negros (tinta de calamar), muy bien de punto y una combinación muy curiosa.
• Seguimos con un sorbete de algo y espuma de pomelo para aromatizar. Aceptable pero nada muy especial.
• Paletilla de cordero al horno. En realidad un trocito de paletilla asada, muy sabrosa, me gusto pero realmente solo gana en presentación a un asado segoviano que no en sabor.
• Postre era un helado con fruta debajo, francamente intrascendente.

Lo mejor:
• El tío muy amable.
• El sitio muy agradable.
• Mesas amplias y muy confortables.

Lo peor:
• Cobrar el pan aparte en un menú de 44 euros.
• Cuando se ofrece una cerveza por que uno no esta listo, lo normal es invitar al cliente no cobrárselo luego.
• Las raciones en exceso escasas, no digo que acabara con hambre pero casi.
• Altibajos, se mezclan cosas muy ricas con otras que no dicen nada.

Calidad:7,5; Relación calidad/precio: 7

Posteriormente nos fuimos a tomar una copita al Black Coffe en la Rambla de S. Juan. Un sitio al “estilo loft”, tranquilo, no mucha gente y precios razonables.

Otras referencias:
- La Taula
- El Sumiller