Viaje por Andalucía Oriental. Del 25 al 30 de marzo de 2008
Empezamos el viaje camino de Úbeda, hacemos un viaje largo pues nos dirigimos hacia Murcia pasando por Caravaca de la Cruz. Hasta ese punto bien todo autovía y sin problemas. a partir de allí la carretera se convierte en carretera y aunque no pasamos por carreteras malas tampoco eran para tirar cohetes. Así que un viaje de no demasiados Km si se convierte en un viaje de bastantes horas... No obstante siguiendo el último lema de renfe, pensamos que "lo importante es el recorrido" y la verdad es que lo disfrutamos, picos nevados al fondo, el verde agreste de las sierras en la cercanía, francamente paisajes muy bonitos, lástima que lo viéramos todo tan seco.
Llegamos a Úbeda a la hora de la comida, habiamos visto una reseña de un bar de tapas en una pagina Web (www.atapear.com) pero después de un buen paseo no era nada de lo esperado asi que puedo decir que esa pagina no es nada recomendable; experiencias posteriores lo confirmaron. Durante la búsqueda pasamos por un restaurante denominado "
La Leñera", un sitio muy grande, muy bien montado donde al entrar destaca el olor de las carnes a la brasa que las hacen sobre una chimenea que tienen en el interior. Tomamos el menú del día por 10 euros, francamente muy rico (no perder de vista el precio que nadie da duros a cuatro pesetas) y muy abundante, recomendable.
El miércoles nos dirigimos a Córdoba y tan magnifica la mezquita como agradable pasear por las callejuelas de la judería. Cuando se sale de ese entorno se convierte en una agradable capital de provincias, tranquila, sosegada y con la amabilidad de sus gentes como punto destacado. Comimos en la taberna casa Salinas, en la Puerta Almodovar donde de verdad no merece demasiado la pena, tomamos unas cervezas y un poco de de pescado típico de la zona: puntillas y japuta; demasiado rebozado y demasiado hecho... ningún placer en ello. Por la noche cambió, fuimos a un sitio recomendado por la Guia Michelin, nos dimos un paseo grande y nos encontramos con la sorpresa de las ruinas de un templo romano que nos gustaron mucho. El sitio,
Taberna Salinas (casi el mismo nombre pero nada que ver) en Tundidores 3 es como una casa andaluza, un patio central y las habitaciones alrededor, todas y cada una de ellas convertidas en comedores. Se come de tapas, tiene una carta muy variada y unos precios muy comedidos pues ninguna tapa pasa de los 6 euros. Pedimos cinco tapas distintas, un poco a la expectativa de lo que nos podríamos encontrar, pero resulto que las raciones eran correctas y lo que es mejor, que todo estaba rico, en resumen cenamos los cuatro de forma muy satisfactoria por poco mas de 40 euretes y para los tiempos que corren salir con la satisfacción de haber cenado bien por ese precio ... así que el sitio es
muy recomendable. A la salida había un montón de gente esperando mesa y era gente del lugar, lo que nos confirmó lo bueno de nuestra elección.
Dormimos en el hotel Mariano, muy barato (para Córdoba) y una sola estrella, nada mas entrar te das cuenta del por que, la verdad es que he toreado en peores plazas, pero no muchas y no muy inferiores a esta, francamente es un sitio a evitar si se puede.
El jueves apareció muy nublado y lleno de niebla y en nuestro planning estaba visitar Antequera y el paraje natural del Torcal. Es un sitio muy bonito, espectacular por sus formaciones rocosas que no pudimos disfrutar por culpa del tiempo, a la una del mediodía el coche marcaba 5 grados, es decir que hacia frío de veras. De regreso nos paramos en una venta llamada el Molino (nos habían dicho que en cualquier venta se comía bien) pero después de estar sentados nos levantamos y nos fuimos. Ana tenia razón, un sitio muy grande, desangelado, con unos precios de restaurante bueno y sobre todo frío, que estábamos sentados con el abrigo. Así que nos levantamos y nos fuimos ... seguimos camino y paramos en otro muy próximo a Antequera denominado
El Mirador. Había un montón de coches a la entrada y nada más entrar nos dimos cuenta de que era lo que buscábamos, la barra estaba llena de caballeros con trajes azules (monos) tomándose su copita después de la comida. Nos sentamos, nos recitaron el menú con un montón de platos y elegimos. Los primeros nada especial, pero los segundos eran unos guisos caseros excelentes, desde mis carrilleras guisadas, pasando por el choto con salsa de ajo, muy buenos. Los postres industriales pero claro por 8 euros tampoco se puede pedir mucho más. Por la tarde nos fuimos al hotel (La Sierra), bastante alejado de la población y pasamos la tarde descansando y cenamos allí mismo, correcto sin nada especial a destacar. El hotel esta muy bien, pero muy ruidoso por su proximidad a la autovía, supongo que las habitaciones que dan a la sierra tendrán peor vista pero serán mucho más tranquilas.
El viernes tomamos rumbo al sur en dirección a Nerja donde visitamos su celebrada cueva. Francamente merece la pena, si a uno le gustan ese tipo de cosas es bastante espectacular, ver allí un un poco de ópera o de ballet debe ser el no va más.... el día era magnifico y la vista desde la cuevas fue espectacular. Desde allí camino a Almuñecar, un pueblo costero turístico sin nada especial que destacar, con excepción de que lo vimos muy limpio y cuidado. Cenamos en otros sitio recomendado por la Guia Michelin y la verdad es que el paseo gigantesco que nos dimos hasta allí mereció la pena. Para más información pulsar
aquí.
Por fin el sábado nos dirigimos a Granada, habíamos quedado con Biruté me dice la mayoría de la gente". Yo he estado en una gasolinera próxima al aeropuerto y allí nos vimos. Poco después apareció Pepe y nos fuimos al aeropuerto. Pasamos los controles de seguridad (por decirlo de alguna forma) y nos llevó a ver los aviones. Bueno no solo a ver, si no que también nos paseo por el aire viendo Granada desde arriba. La verdad es que es una sensación muy especial, esas avionetas con sus hélices, la baja altura a la que se vuela, el aire cortando las alas, el hablar a través de los micrófonos, las conversaciones con la torre de control...
FANTÁSTICO, una experiencia inolvidable, quizás lo que mejor lo resuma sea una frase de Lucia: he hecho tantas fotos desde arriba que parecía un japonés!!!. Esta experiencia me trae a la cabeza una de las frases de uno de mi libros favoritos (Ilusiones): "Tres dolares en metálico, señor, por diez minutos de vuelo". Y lo vale, así que desde esta humildes lineas animo a que la gente que vaya a Granada lo haga, merece la pena y la merece mucho más compartiendo esos minutos con Pepe, un apasionado de la aviación y de su trabajo, una envidia alguien que realmente conjuga su pasión y su oficio, obviamente no exento de dificultades, como todo en la vida... Podéis encontrar más información
http://www.dimensionaerea.com/.
Fotos tomadas por Lucia, lástima que el día fuera tan nublado!!!.
Comimos en la gasolinera y la verdad es que el menú del día estaba muy bien y por 8 euros, quizás un poco de más sabrosas las cosas pero la verdad el trato de Cesar y la comida fue estupenda. Regresamos a descansar al hotel y por la tarde dimos un vuelta por el paseo de los tristes que anteriormente habíamos visto desde el aire. La noche era muy buena, el ambiente excelente y el paseo una autentica gozada a pesar del rebote que cogió Lucía por tener que cargar con su abrigo. Posteriormente nos dirigimos a la plaza de toros para cenar en un restaurante llamado "
La Ermita", pero el restaurante merece un comentario especial que podéis encontrar aquí. Dejamos a las niñas en el hotel y fuimos a bajar la cena con un Gintonic y una agradable conversación, al menos para mi pues siento una enorme curiosidad por Pepe y su trabajo aunque quizás par él fuera un poco aburrido... regresamos al hotel con la sensación de haber pasado un magnifico día con un tipo estupendo y su mujer, mi compañera de trabajo y amiga, a la que aprecio un montón.
Gracias a los dos.
